Al
hablar de sociedad, de alguna u otra manera se ve involucrado el tema de
cultura, y es que éste es el único sentido de pertenencia que consolida la base
y el seguimiento de una buena entidad o identificación en este grupo de
personas organizadas. La cultura entonces, es el tejido social que
abarca las distintas formas y expresiones de una casta determinada considerando
que las prácticas, las maneras de ser, los rituales, los tipos de vestimenta y
las normas de comportamiento son aspectos incluidos en la cultura.
Considerando
los elementos característicos de la cultura, es importante destacar que existen
varias razones para la convivencia en sociedad, y es que, la
realidad del ser humano es la necesidad de la sociedad y la sociedad de éste,
pues, la cultura es una característica específica de los seres humanos. De tal
modo, el proceso de socialización es designado por la comunicación, porque ella
misma es la relación y, como tal, necesita de valores, formas de referencia a
los mismos. Estos nexos (cultura y sociedad) resultan siempre más relacionales
y, de esa manera, nuestra sociedad se hace cada vez más compleja, resultando
más difícil de comprender y de actuar en ella, pero a la vez resulta también más
rica en nuevas posibilidades de avance.
En otro modo, es necesario
afianzar en cada individuo un conocimiento, pues, esta formación será heredada
de generación en generación, es decir, será aprendida y compartida. Además, no somos autónomos y
guiadores de nuestra propia personalidad, sino que por el contrario somos la
suma de varios factores influyentes en la vida, llámese: cultura, sociedad, medio y el legado
de antepasados que nos están actualmente marcando y que seguirán marcándonos
si no se toma conciencia de lo que se es y de lo que se quiere proyectar hacia
los demás, con un pensamiento crítico e íntegro de sí mismos y del
entorno en el que se vive.
